viernes, 24 de julio de 2009

El Teniente Jack Slogan

"Hey, Slogan. Estás fuera del caso. Entrega tu placa... y tu pistola"

Pistachón Six-Pack

La imagen de mi último post, y su naturaleza infantil, me evocó repentinamente a este otro bonito personaje de la puericia que alguna vez retraté, después de una curiosa y atinada ocurrencia de un antiguo colaborador.
Buscando en esta super-carretera de la información, datos más amplios para complementar la presente nota, el tema se tornó más curioso de lo que pensaba, y dio mayor contexto a mi bosquejo.
Resulta ser que el histrión que daba vida al personaje al que hago alusión en esta parodia, declaró ante los medios electrónicos, haber militado como sacerdote en una secta satánica, ahora convertido en predicador cristiano. En el medio electrónico del que ahora somos partícipes se puede encontrar un testimonio digital de casi una hora en el que narra ritos, nombres, símbolos y una serie de oscuras y aterradoras anécdotas, y posteriormente, de como el hijo de Dios lo alejó de la oscuridad. No es broma.
Narra cómo Coca-Cola tiene un pacto secreto con el señor de las tinieblas. Cómo la goma de mascar Bubaloo, recibe en parte su nombre en honor a un antiguo demonio. De cómo el maguito Sonrics, es en realidad una representación demoniaca; y muchos otros datos capaces de dejar frío a cualquiera.
Lo que provocó en mi: inspiración para una futuro esbozo, el cual seguramente todos ustedes ya imaginan, y del cual serán partícipes en este mismo espacio.

jueves, 9 de julio de 2009

El Conde Medir

"Ahhh, siete punto cinco, siete punto cinco pulgadas, ahhh"

Una vez más, el recinto donde cumplo diariamente con mi condena, infundada por esta sociedad capitalista, funcionó como fuente de inspiración.
Me encontré un buen día, en vísperas de una serie de remodelaciones que tuvieron lugar en citada sucursal, midiendo espacios con el fin de lograr una distribución efectiva. Como era de esperarse, el resultado fue del todo discrepante. Pesé al descontento tuve una revelación:
Imperó súbitamente en mi persona la necesidad de aportar un granito de arena, a la basta duna de experiencias para las nuevas generaciones, y contagiarlos con el espíritu de la medición. Adentrar a los párvulos en los mundanos placeres, de la conversión de pulgadas a centímetros. La euforia que brinda dominar la escala Vernier y la cinta métrica. Pies, picas, yardas, nanómetros: todo un mundo por explorar. Después de millares de bocetos, y una contundente planeación estratégica, discurrí que la manera más apta, era crear un ícono, un personaje enteramente empático. Algo original, y nunca antes visto. Este fue el resultado.

lunes, 6 de julio de 2009