jueves, 9 de julio de 2009

El Conde Medir

"Ahhh, siete punto cinco, siete punto cinco pulgadas, ahhh"

Una vez más, el recinto donde cumplo diariamente con mi condena, infundada por esta sociedad capitalista, funcionó como fuente de inspiración.
Me encontré un buen día, en vísperas de una serie de remodelaciones que tuvieron lugar en citada sucursal, midiendo espacios con el fin de lograr una distribución efectiva. Como era de esperarse, el resultado fue del todo discrepante. Pesé al descontento tuve una revelación:
Imperó súbitamente en mi persona la necesidad de aportar un granito de arena, a la basta duna de experiencias para las nuevas generaciones, y contagiarlos con el espíritu de la medición. Adentrar a los párvulos en los mundanos placeres, de la conversión de pulgadas a centímetros. La euforia que brinda dominar la escala Vernier y la cinta métrica. Pies, picas, yardas, nanómetros: todo un mundo por explorar. Después de millares de bocetos, y una contundente planeación estratégica, discurrí que la manera más apta, era crear un ícono, un personaje enteramente empático. Algo original, y nunca antes visto. Este fue el resultado.

3 comentarios:

Doña Pimpolla Carranca Barriga dijo...

Pero bueeeeeeeeno... al menos los muebles cupieron gracias al Conde Medir!!!!
Gracias Conde!

AAAAHHHH!!!!

Gabriela/undies dijo...

Pariente lejano del gusano medidor.

Un tal Juan dijo...

AAAAAHHH cuatro mil 200 leguas de aplausos!

1/16 de eónes de risas